jueves, 3 de septiembre de 2009

Se que te lo debo pero siento que aun no es el tiempo...


Antonino, mas conocido como el toño chico [o el ñoto cochi], era chico, bueno, aparte de ser varon, aparte de ser joven, era chico media un metro con 55 casi justos nadie sabe pq. Casi al borde del colapso, se lamentaba en trabajar de ayudante de entrenador de perros policiales, todos los dias volvia con la piel de gallina, tensa, tensa, tensa asi, si 3 veces mas tensa, le palpitaban los brazos en donde la esponja y otras cosas le amortiguaban las mordidas de doberman y pastores alemanes, le palpitaba la cien, se le cerraba un ojo cuando escuchaba, detestaba el comisario rex los domingos, tomaba un vodka para dormirse sin escuchar un ladrido en la mañana, el sueldo era bueno pero no valia la pena. Un dia, era 13 de marzo, viernes en la tarde le pasan una pistola a fogueo, un pistola falsa, y le dicen: "apuntale y percute el fogueo... APUNTALE!!! Y DISPARA!!!". Y desde la jaula se asoma la peor bestia de todas, un rohvailer grande, maceteado, con barba, babeando y ladrando. El Toño se chupo. El Toño agarro la pistola, la mano le quedo chica, le dieron 4 postes de distancia antes del muro y 6 antes del perro. El Toño chupao pero con panico corrio como quien corre cuando te persiguen en una marcha las tortugas y los de sport. Corrio corrio y disparaba al aire, "son los nervios", decia el wn que entrenaba al perro, corrio hasta la muralla, le quedaban 2 tiros, y el perro venia con cara de "te voy a comerte lagi culiao y la conshetumare, y ke pasa?". El toño chico ve que se lanza, el perro weón salta, el toño se agasha... el perro se da el cabezaso mas grande de la historia, aturdio en el piso, el Toño celebraba mirandolo a los ojos y diciendole con ellos "viste weón, viste, ahy queasteh". Con el perro muerto, los entrenadores muertos en dolor, el Antonino volvia a su vida normal de reponedor, intentando que no lo hechen por recuperar las riquezas que no van en el sueldo.

Fin, al fín?

Dedicado el Shiko que se volvio loco por el mono. En el se hace esta historia tan chica que me conto el otro dia tan alegremente como el niño que lo mandan a comprar helaos...

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