Las No-Exaltantes Aventuras de Antón

[Finalizando este mes, me gustaria compartir un nuevo comentario sobre lo que hago realmente con esta cosa de fotolog, que en un comienzo tan solo fue una humorada de 4° Medio, pero que ahora es mi canal de desembarco y exportación de mis ideas, de la neurona malandra a el papel digital. La materialización misma es también que escribo caleta, como este cuentillo]:

Antón, vivia cerca de todo, estaba rodeado de muchas cosas, pero a fin de cuentas eran cosas, nada menos pero mucho menos. Esperaba que alguién tocara el timbre, que alguién lo llamara. Sonaba el telefono, ¡CUENTAS!, nadie te llamaba, palabras hirientes sonaban en su cabeza, palabras chicas que herian más que sal en la herida.

Caminando por la calle, escuchando Los Clash por grecia, con la esperanza de que apareciera un amigo, que apareciera alguién a quien abrazar, para contarle todo lo que te pasa, para sacarte aquella careta de felicidad opaca, de felicidad amarga, con sabor a derrota. Pero ahy estas llorando, solo de nuevo, a nadie le cuentas para no querer ser melancolico, pues ya conoces muchos de esos que fingen para llamar la atención, mejor es tragarse los dramas que contarlos como chistes amargos. El silencio se interrumpe, NO por los ladridos del perro, es el telefono que suena, pero esta vez no son las cuentas, ni un tarado pre-grabado pidiendo que le des el voto, es Gabriel que le dice: "Oye weón, mañana hay reunion, anda, poh". Y un nuevo día se asomaba por la ventana de la existencia, en esta obscura y radiante vida.

Dedicado a MR. Carvacho, con cariño.

Cuidenses