lunes, 18 de enero de 2010

Rap the Casbah

Un día, como cualquiera, sali de la casa sin tomar desayuno, pero, tenia unas monedas, las cuales eran salvatore, parti al Kiosko de la esquina de la casa, en donde derrepente es barato, y la gran mayoria de la curva Tiempo/Espacio no es barato. Saque de la maquina que enfria, una cosa llamada Hugo, el Rey del Judo que combino la leche con jugo. Una cosa bastante poco vendida, pero que cuando lo apuñale con la pajita, y comenze como esos vampiros elegantes a succionar su contenido vital, cada gota que pasaba en menos de un segundo por mis papilas y la garganta, me acordo de cuando el becinito solo gustaba de estudiar el cuerpo humano, de ver monitos juntarse con el Clintón y el Juanan, pelearse con los del otro pasaje. Y de esperar despues de cada jornada, el platano molido con jugo de naranja que mi mamá me hacia para que nunca me enfermara. Termino de beberlo, y fue como esa vez, que colocaron cascara de eucalipto sobre la estufa, haciendo pan tostao. Son olores con memoria.

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